Con ocasión de sus continuas visitas a Segovia desde París, el pintor vasco Ignacio Zuloaga (1870-1945) se interesó por el castillo de Pedraza, entonces abandonado y en eminente estado de ruina, adquiriéndolo en 1925 y acondicionándolo parcialmente. Desde entonces fue uno de sus lugares preferidos de descanso y trabajo. Ya en 1917 afirmó "Hace dieciocho años que voy a Segovia; he pintado en ésa mis principales cuadros y deseo seguir pintando mientas pueda, pues ya he cobrado verdadero cariño a ese pueblo... ".
El emplazamiento es verdaderamente espectacular, sobre la vega del río Cega, con el pueblo de La Velilla en el bajo y dominando desde su privilegiada atalaya, con su severa silueta, uno de los horizontes más bellos de toda Castilla.
LA COLECCIÓN Y LAS SALAS
La colección expuesta en el museo y su estudio contiene entre otras obras: retratos a sus grandes amigos, representantes de la “Generación del 98” como el retrato de torero “Juan Belmonte”, o el del gran compositor “Don Manuel de Falla”, la obra “La Familia” magnifica y lienzos de temática segoviana como “El Alcázar de Segovia” moderno, dos versiones del “Patio de la posada de los Vizcaínos” y la del “Azoguejo”, además de una importante colección de muebles y “Artes Decorativas” adquiridas por el propio pintor. En las diferentes salas del museo pueden admirarse, además de sus obras, sus habitaciones privadas (salón y el estudio del pintor), y otras obras adquiridas y artes decorativas. (visitas los primeros viernes de cada mes, previa reserva).